domingo, 11 de marzo de 2012

Maria Antonieta, una reina con muy poca suerte

Maria Antonieta Josefa Juana de Habsburgo-Lorena, (más conocida por el nombre de Maria Antonieta de Austria) nació en Viena el 2 de noviembre de 1755 y falleció en París el 16 de octubre de 1793.
Es la decimoquinta y penúltima hija de la pareja imperial austriaca (Francisco I y Mª Teresa).
Vivió bajo la estricta supervisión de la emperatriz, que tenía ideas muy básicas sobre la educación de los hijos: higiene severa, régimen estricto y fortalecimiento del cuerpo.

La emperatriz se esfuerza por casar a su hija con el mayor de los nietos del rey Luis XV, el Delfín Luis Augusto y futuro rey XVI.

Cuando Maria Antonieta  tiene 13 años, la emperatriz, vieja dama y viuda, se interesa más por la educación con el fin de casarla
El 17 de abril de 1770, Maria Antonieta renuncia a sus derechos sobre el trono austríaco y el 16 de marzo se casa con el Delfín  en Versalles.
Joven, bella, inteligente, heredera del trono de Habsburgo y con un árbol genealógico impresionante, su llegada  aviva también los celos del pequeño mundo de la nobleza versallesca; su marido la evita, ella trata de amoldarse al protocolo y a la ceremonia francesa y aborrece tener su corte.

El 10 de marzo de 1774, Luis XVI y Maria Antonieta se convierten en los reyes de Francia y de Navarra, pero su comportamiento no cambia mucho.
Maria Antonieta intenta influir en la política del Rey, nombrando y destituyendo ministros caprichosamente o siguiendo los consejos interesados de sus amigos.
Circulan los panfletos, se la acusa de tener amantes, e incluso de mantener relaciones con mujeres, de despilfarrar el dinero público en frivolidades o en sus favoritos; de seguirle el juego a Austria.

Tuvo 4 hijos, su última hija murió de tuberculosis al primer año de vida.
Su impopularidad y odio por parte del pueblo creció debido a sus numerosos gastos, y trató de reducirlos ganándose el apodo de
"Madame Déficit".
A punto de estallar la Revolución Francesa se le atribuyo de forma falsa la frase "que coman pasteles" cuando el pueblo fue a Versalles  a reclamarle la falta de harina y trigo para comer pan.       

En octubre de 1789 solicitaron ayuda de monarcas extranjeros que respondieron con evasivas. El pueblo se revuelve contra Maria Antonieta a la que califican " monstruo femenino" acusándola de querer sumir a la capital en un baño de sangre.

El 13 de julio el Delfín es separado de su madre y Maria Antonieta es recluida en una celda, condenada a la pena capital del 16 de octubre de 1793 con guillotina, fue enterrada en el cementerio de la Madeleine con la cabeza entre las piernas.

Por lo que se deduce de una carta escrita a su hermano poco antes de morir parece ser que ella no tuvo ninguna influencia acerca de las decisiones políticas tomadas por el Rey. Tras su ejecución se declaro la guerra entre Francia y Austria.

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